¿Las expectativas influyen en la economía?
Debido a que la economía depende, en su mayoría, del comportamiento de las personas, las expectativas que tengan influyen fuertemente en el desarrollo de esta.
¿Expectativas positivas o negativas?
- Positivas: Si una persona piensa que los próximos meses serán tiempos de bonanza, se sentirá más cómoda gastando más en consumir bienes o servicios, pues considera que sus ingresos mejorarán. Esto hará que a las empresas les vaya mejor: más ventas, inversión, empleos, impuestos, gasto público. Como resultado, la economía crecerá y al país le irá mejor.
- Negativas: Si existe entre la gente una expectativa negativa, las personas dejarían de gastar para poder ahorrar y hacer frente a los tiempos económicamente ajustados que esperan. Esto resultaría en menores ingresos para las empresas, generando un freno en la economía, que podría llevar a una recesión.
¿Cómo impactan las expectativas a las inversiones?
Cuando los inversionistas tienen la expectativa de que a las empresas les va a ir bien y van a generar ganancias, buscarán comprar las acciones de estas. Como aumenta la demanda en las acciones, el precio de estas sube: el valor de las empresas crece, generándole rentabilidad a los inversionistas. Si la expectativa es negativa, los inversionistas dejarán de comprar o buscarán vender sus posiciones, haciendo que los precios de las acciones caigan, generándoles una rentabilidad negativa.
¿Las expectativas afectan más en el corto plazo?
Las expectativas afectan en mayor medida en el corto plazo, pues la diferencia que tienen con la realidad genera incertidumbre. Esto hace que las emociones tomen un rol importante e influyan en las decisiones de inversión. Dicha situación genera volatilidad en el precio de las inversiones. Mientras que la diferencia entre la expectativa y la realidad sea más pequeña, menor será la variabilidad en los precios.
¿Qué recomendamos?
Recomendamos no especular con los movimientos de corto plazo y mantener la disciplina en las decisiones de inversión. Asimismo, invertir en un portafolio diversificado en las mejores empresas de EE.UU., a través de los instrumentos de inversión más líquidos y eficientes (ETFs). Esto porque el mercado americano tiende a recuperarse más rápido ya que las empresas y gobiernos toman con mayor rapidez y flexibilidad las medidas necesarias para afrontar una situación negativa, reinventándose constantemente para seguir creciendo.